Compañeras:
El genocidio que está teniendo lugar en Palestina se ceba principalmente en mujeres y niños. En los anteriores ataques de Israel al pueblo palestino moría un 70% de hombres y un 30% de mujeres y niños. Ahora, esa ratio se ha invertido. Muchas mujeres embarazadas que intentaban acercarse a la valla con Israel o a los hospitales de la franja (ahora inexistentes) para dar a luz, fueron ametralladas. «One shot, two killed» es un lema popular entre los soldados israelíes.
14.000 niños han sido asesinados. El periódico EL PAÍS publicaba en su edición en papel del 12 de mayo que hay francotiradores israelíes disparando a los niños directamente a la cabeza cuando están en grupo. «Algunos de los mejores tiradores del mundo [los israelíes] no disparan por accidente a un niño dos veces en la cabeza y otra en el abdomen», contaba un cirujano estadounidense a Democracy Now.
Las mujeres palestinas sufren una proporción de cáncer de mama nunca vista en el mundo, como uno de los efectos del fósforo blanco que les arroja Israel. No pueden ser tratadas porque Israel ha destruido los hospitales y lleva años bloqueando el suministro de medicamentos y todo tipo de recursos sanitarios. No tienen compresas ni pueden siquiera lavarse a ellas o a sus hijos después de parir. Incluso el agua para beber está contaminada. Muchas padecen anemia severa y tienen niños con bajo peso.
No podemos quedarnos calladas ni paradas ante este horror que se desarrolla cada día antes nuestros ojos. Desde el Observatorio de la Violencia Obstétrica declaramos nuestro rechazo al genocidio del pueblo palestino y manifestamos nuestro compromiso y apoyo a las mujeres y a los niños de Gaza.
El próximo sábado 18 de mayo está convocada una concentración ante la sede del Parlamento y del Consejo de Europa en Madrid, en el Paseo de la Castellana, 46 a las 11:30 h. Si no puedes asistir ¡Difunde!