post Tertulia Elena Carreras II

Tertulia con Elena Carreras (2 ª parte)

(S) Si tenemos que evidenciar los escollos a que en la práctica se implanten la Estrategia y las Guías de práctica Clínica..

(E) Hay una parte que es muy fácil que es que lo que está escrito se cumpla. O sea, las guías y los protocolos de prácticas clínica. En contra de lo que uno puede suponer son correctas y es la manera de proceder, la comunidad profesional tiene que aceptarlo sí o sí. Me estoy refiriendo a realizar ninguna intervención innecesaria, ninguna episiotomías que no tocan, a la maniobra de Kristeller, a no poner a la criatura encima de la madre cuando nace…estas son prácticas que están bien definidas en los protocolos y están bien en todas las guías clínicas. En definitiva, quien no cumple con los protocolos, está fuera de los protocolos. Y esto es le primer paso.


(S)
¿Por qué no se cumplen estas guías?

(E) Pereza sería la palabra suave, la falta de conocimiento es difícil de argumentar…pues, hoy en día, poco respeto a las mujeres sería otra cuestión, claro…podría decirte también cuestiones de falta de ética profesional. Actualmente, no se puede justificar que no se conoce el protocolo, realmente quien no sigue el protocolo es porque no quiere. No se puede aducir que no lo sabía…

Puedes decir que siempre lo has hecho así… El problema es que es difícil hacer cumplir esto, desde un punto de vista punitivo. No hay ningún mecanismo regulatorio de que estas cosas se están haciendo bien o mal, hay poco control de los resultados.


(S)
Por qué pasa esto: ¿falta de profesionales, falta de tiempo…?

 

(E) Yo creo que estamos en una cultura de poco rendimiento de cuentas, o sea, nos falta transparencia, sin embargo, esto es aplicable a muchos ámbitos de la medicina y el nuestro es uno más. Claro, el nuestro más sensible, podríamos decir, pero yo no desvinculo del proceder de otras especialidades…


(S)
En qué momento un/a profesional que elige la Ginecología, entonces, que tiene esta vocación, esta motivación, la ilusión para poder trabajar con y para las mujeres en la salud sexual reproductiva pierde el entusiasmo…

 

(E) No, no se pierde el entusiasmo… nunca se ha tenido. Es una especialidad que combina una parte médica y la otra quirúrgica, y esto hace que sea muy atractiva para muchas personas que no van más alla, que no entienden el cuidado de la mujer como tal, que no dan un valor añadido a su especialidad. No creo que nadie pierda la ilusión a su especialidad, sino que nunca la ha tenido… bueno, la conciencia se despierta cuando se despierta, entonces, hay que intentar que se despierte.


(S)
Y ¿cómo lo hacemos?

 

(E) Bueno, yo creo que no se está haciendo mal, empezar a hablar de violencia obstétrica como herramienta de mejora para la práctica clínica para mí es una buena opción, que la gente tenga que rendir cuenta también de la violencia obstétrica que se ejerce en su hospital. Hay cosas que no se pueden medir o son más difícilmente cuantificables, pero hay cosas que son números y que todo el mundo debería hacerlos públicos, y de hecho lo están en la Central de los resultados de la Agencia de Cualificación. Las tasas de cesáreas, de episiotomías son resultados públicos por hospitales y que todo el mundo puede consultar ². En el momento en que la sociedad va a decidir si un hospital u otro empieza a utilizar criterios de asistencia cualitativa, esto también cambiará, pero como cultura estamos lejos de aquí, en general, no es muy proclive a este tipo de cosas.


(S)
Háblanos de las competencias y las relaciones jerárquicas que tradicionalmente han marcado el trabajo de equipo entre matronas, enfermeras, obstétricas…y la importancia del trabajo de equipo.


(E)
Yo creo que es muy importante pensar de dónde venimos. Y venimos de un escenario de médico masculino y enfermera femenina y esto marca, porque esto, a pesar de que las cosas están cambiando a bien, estas culturas no son fáciles de romper.

Estamos en la fase de feminización de la medicina, feminización de nuestra especialidad, pero todavía imperan mucho patrones masculinos que, no solo por parte del equipo médico, sino también por parte de las propias comadronas que han perdido la confianza en el estamento médico…se viene de una relación muy difícil y lo que hay que hacer es establecer puentes otra vez.

Sin embargo, yo creo que estamos en situación inmemorable para hacerlo debido a que hay mucha conciencia por parte del propio colectivo. Y la verdad es que no se me ocurre otra cosa que el trabajo en equipo.


En este momento en el que el
parto eutócico debe liderarlo la matrona, creo que en nuestro entorno no se discute, aquí ya no, y ha sido un avance. Hay un punto que no hay que olvidar, que la situación social es la que es. La mujer llega al embarazo y al parto tarde. Que la media del primer hijo en Cataluña sea 32 y 33 es una barbaridad, quiero decir, es muy alto, significa que en seguida te pones a los 40 muy fácil y parir a los 40 no es lo mismo que parir a los 20, desde un punto de vista fisiológico y entonces nos encontramos con esta dificultad añadida, que es que la mujer vive muchos años y con mucha calidad de vida, pero en cambio su época reproductiva es proporcionalmente muy corta, con lo cual, empezamos tarde, por muchos motivos, y esto hace que se llegue al parto en una situación no de muy bajo riesgo, digamos, sino se van añadiendo dificultades, y a veces lo que ocurre es que las mujeres de más edad que han tenido más tiempo para reflexionar son las que demandan precisamente con más vehemencia este respeto. Por supuesto, el respeto tiene que existir siempre, pero la no-intervención, a veces, no es lo más adecuado, a veces, hay que intervenir….


 

(S) En esta época Covid-19: ¿cómo ha cambiado el parto y la atención que las/los profesionales ofrecéis….?

 

(E) Yo creo que la Covid ha sido una situación que ha puesto en tensión a todo el mundo y entonces ha hecho salir lo mejor y lo peor…vamos a ver, ha habido centros en lo que la gente se ha asustado mucho y entonces se ha aplicado a las salas de parto la misma política que se ha creado en las otras partes del hospital. Por ejemplo, no estar acompañada y tal…y luego, ha habido unos centros  donde hemos sabido transmitir a nuestras direcciones que el parto es un momento único y que, por tanto, la crianza, en la mayoría de los casos, es cosa de dos. Esto significa que la implicación tiene que venir desde el principio. Tomando medidas estrictas de seguridad, muchas veces pidiendo a los acompañantes que se confinaran con las pacientes en la misma habitación, hemos conseguido que las mujeres estuvieran acompañadas durante todo el proceso. Incluso, en los momentos de los picos álgidos de la Covid.


 

(S) Esto no se aplicó en todos los partos y en todas las situaciones… Nos han llegado casos de separación, de falta de acompañamiento, de mascarilla en el expulsivo…

 

(E) Hay muchos elementos en juego, el miedo de los/as profesionales también juega un papel -que no es menor-. Hemos tenido que hacer un esfuerzo de superación personal, de discusión con los equipos, de convencimiento a los equipos directivos de que éramos una excepción dentro de la norma general del hospital, esto tampoco es fácil …


Las excepciones existen, aunque suene un poco mal decirlo, los/as niños/as han podido ir acompañados, las personas con discapacidad han podido ir acompañadas, las personas dependientes… Bueno, excepciones hay, por lo tanto, si excepciones hay, pongamos a las gestantes en el grupo de las excepciones, aunque los motivos, por supuesto, no sean los mismos de una persona con discapacidad. Me refiero al concepto de excepción, pero de nuevo la excepción de los/as niños/as se ve muy clara, la excepción de las personas con discapacidad se ve muy clara y la excepción con las gestantes se tiene que pelear. Y esto y la falta de unas normas claras, porque los hospitales han tenido que tomar decisiones que, muy según lo que tenían entre manos, han hecho que se tomara de manera distinta la permisividad de la compañía durante el parto en la época del Covid.

Yo diría que ahora mismo los hospitales grandes de Barcelona permiten el paso a los acompañantes…


 

(S)…¿Y el aumento de las cesáreas y el tema de la mascarilla?

(E) El problema del miedo de los/as profesionales es un tema del que se ha hablado muy poco…


(S) Sí, sin duda alguna. Te agradezco por haberlo destacado, esta visión, si tenemos que volver a reconstruir este proceso de confianza entre profesionales y pacientes, necesitamos también resignificar a los profesionales como personas y resulta extremadamente interesante poder ver que han tenido miedo, puesto que se ha hecho una mitificación de los profesionales en la época Covid (el uso de primera línea y otras terminología de guerra) que ha contribuido a generar una representación de personas que pueden con todo, que hacen lo correcto y lo justo desde una visión casi moral…aunque las emociones han sido fundamentales (persona con su familia en casa, con sus miedos, gestionando las separaciones con sus hijas e hijos)….

(E) Esto es importante, porque no es solo el miedo personal, fundamentalmente lo que han sufrido mucho los/as profesionales es por la trasmisión de a los familiares.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.

8 + dieciseis =

Ir arriba